8 de diciembre de 2011

Con el paso del tiempo, conoces a cientos y cientos de personas, incluso me arriesgaría a decir miles. Bueno, “conoces” no de forma literal, es como el que cree saber algo y luego no tiene ni puta idea de que va el asunto. Dentro de ese gran número de personas están: a los que saludas simplemente porque te suenan o porque desgraciadamente pensaste y consideraste que eran un para siempre, y que por ciertas razones se convirtió en un simple cruce de palabras por educación; otros tantos son esos que siempre están dispuestos a acompañarte a salir de fiesta, pero cuando tengas un problema, ni se te ocurra acudir a ellos, será una pérdida de tiempo. Y luego están aquellos a los que conoces hasta tal punto que te sabes de memoria cada gesto y cada palabra que lo acompaña, esos que saben TODO de ti. Resulta increíble pero con el paso del tiempo es una característica que les caracteriza. Esos que siempre estuvieron y no dudas que siempre estarán.

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