A veces la vida no es tan complicada como creemos, tenemos unas cuantas sonrisas para dar a las personas que mas queremos, un regalo desinteresado con un resultado gratificante. No cuesta dinero, a penas esfuerzo, tan solo hace falta elevar las comisuras de tu boca hacia arriba, ¿no sabes?, no te preocupes, yo te enseño, tengo tiempo para ti y muchas ganas de reír.
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